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PAIDEIA XXI
Escobar-Chávez et al.
próximos que entre organismos que
comparten el mismo hábitat.
En un estudio realizado por
MAVDT (2008) para el imidacloprid a
0,7 L·ha-1, que contiene 350 g de ia·L-
1, equivalente a 0,245 kg de ia·ha-1,
con un PEC que utiliza la fórmula
del Manual Técnico Andino, y una
escorrentía del 2%. Se determinó
que no existe riesgo ambiental ya
que los coecientes de riesgo (CRs)
en las tres especies indicadoras
utilizadas, trucha arco iris, D. magna
y Scenedesmus subspicatus Chodat
1926, resultaron ser menores que el
nivel crítico propuesto (0,1).
Para propineb, los resultados
obtenidos durante la ERA, sin hacer
uso de un FS, y también al aplicar un
FS, mostraron que existe un riesgo
ambiental acuático asociado al uso
de propineb en ambos escenarios
simulados (cultivo de espárragos y
cultivo de tomates).
Este resultado se podría explicar
debido a que el propineb pertenece
a la familia de ditiocarbamatos, los
cuales son sustancias químicas de
amplio espectro (Aktar et al., 2009).
Además, existen aspectos negativos
relacionados al uso del propineb que
se maniestan en animales y seres
humanos expuestos crónicamente
(Guven, 1998; Marinovich, 2002).
En un estudio realizado por MAVDT
(2008) determinó para propineb que
no existe riesgo ambiental, ya que los
CRs en las tres especies indicadoras
utilizadas, trucha arco iris, D. magna
y S. subspicatus, resultaron ser
menores que el nivel crítico propuesto
(0,1).
A pesar que el imidacloprid y el
propineb demostraron tener una
relación antagónica al interactuar
en mezcla, la ERA, haciendo uso del
FS, demostró que ambas sustancias
representan un riesgo para el ambiente
acuático. Sin embargo, al no aplicar
el FS, el imidacloprid no representó
un riesgo, pero el propineb sí. Es por
eso que el uso de un FS al realizar un
ERA, es importante ya que este factor
permite la extrapolación de los datos
experimentales de las pruebas de
toxicidad a los efectos del ecosistema
(Sotelo & Iannacone, 2019).
En un estudio realizado por Key
et al. (2007) sobre la toxicidad de
tres pesticidas (atrazina, pronil e
imidacloprid), de forma individual y
en mezcla, en larvas de Palaemonetes
pugio Holthuis, 1949, los resultados
mostraron que pronil es el más
tóxico. Los organismos fueron menos
sensibles al imidacloprid. La atrazina
no fue tóxica hasta concentraciones
de 10 000 ug·L-1. En mezcla se
mostró un aumento signicativo en la
toxicidad cuando la mezcla de pronil/
imidacloprid se juntó con atrazina.
Jemec et al. (2007) en un estudio
comparativo de toxicidad del imidaclo-
prid en diferentes formulaciones en D.
magna, concluyeron que el imidaclo-
prid en el ambiente acuático afectaría
crónicamente más a organismos me-
nos sensibles como D. magna y agu-
damente a otros organismos acuáticos
invertebrados. Los datos de toxicidad
mostraron que el imidacloprid es al-
tamente especíco con la especie eva-
luada, por eso es necesario desarrollar
otros estudios ecotoxicológicos con or-